lunes, 10 de septiembre de 2012

10 de Septiembre - Día Mundial para la Prevención del Suicidio

Hoy, 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, y por ello, en todo el mundo se fomentan compromisos y medidas prácticas para la detección temprana y tratamiento oportuno de la problemática. Se estima que diariamente cerca de tres mil personas acaban con su vida, y una de cada veinte no termina sólo con un intento. 

Puede decirse que el suicidio es un acto en el que un individuo intenta dañarse para dar fin a su existencia, es el "rechazo del amor a sí mismo", que desvaloriza la vida, y evidencia la pérdida de percepción de la belleza del mundo.

Lamentablemente, en un ambiente saturado de mensajes que proponen falsos modelos de felicidad, se dificulta que tengan lugar en los corazones de las personas la esperanza del amor pleno, que llena de significado y de alegría la vida. La creciente pérdida del sentido del respeto social favorece que el valor del respeto del cuerpo, sobre uno mismo y sobre la dignidad de la persona, se vea cada vez más de un modo materialista y utilitario.
Frecuentemente, se viven situaciones en las que podemos encontrarnos acorralados, "sin salida", con frustraciones, perdiendo expectativas favorables, ilusiones y proyectos. Cuando se deja de ver la vida como algo maravilloso, sin perder el asombro y el encanto sobre los sentimientos más bellos, se corre el riesgo de desorientarnos, perdiendo de vista el ideal supremo de vivir en el Amor.

Estamos llamados a promover que florezca en nosotros la vocación de ser, como se enfatizaba en una reciente asamblea de laicos, "sembradores de esperanza, servidores de la vida". Para ello debemos preocuparnos por nuestros hermanos para que puedan llegar a descubrir que la vida se vive con amor, y que esto no es algo ponderable, sino que es una infinita disposición de dar, de compartir. Es decir, que no se limita a la búsqueda de alcanzar metas parciales, sino que se dirige a buscar encaminarse por el camino de la esperanza verdadera, fundada en la fe en Dios Amor.

Difícilmente se pueda llegar a prevenir todos los suicidios, pero sí la mayoría.
Los síntomas que son causa de preocupación por sí mismo y otras personas incluyen:

• Insomnio o pesadillas recurrentes.
• Incapacidad para realizar una rutina normal cuando es necesario, por ejemplo, volver al trabajo, ocuparse de sus propios hijos o de las tareas del hogar.
• Sentimiento de aislamiento e incapacidad para relacionarse con otros para compartir el duelo.
• Ocupaciones constantes para evitar sentimientos.
• Incremento en el uso del alcohol o las drogas, incluyendo adicción a medicamentos de prescripción médica.
• Pensamientos suicidas.


Ante la amenaza de suicidio, no es fácil, estar serenos para decidir qué podemos hacer. Sin embargo, podemos orientarnos con una sugerencias de la Pastoral de la Salud que deberían ajustarse a cada caso:

Lo que se sugiere para ayudar
Establecer relación y comunicación abierta.
No esquivar el problema.
No dejar nunca sola a la persona.
Reafirmar su identidad (pronunciar su nombre, sus capacidades para superarse...).
Confirmar que hay otros que la quieren y desean ayudarla.
Demostrar que a usted le importa su persona (ya que lo eligió para confiarle este grave asunto).
Ayudarla a corregir el problema que originó la crisis.
Alentarla a una acción positiva.
Con prudencia comunicarse con alguien que pueda ayudar.
Implicar a la familia y amigos, siempre que sean contenedores.
Aconsejar ayuda profesional inmediata.

Lo que NO se sugiere
Pronunciar juicios moralizantes: “No, mujer, ¿por qué lo hiciste? ¿Hombre, no pensaste en tus hijos...?”. 
Mostrar gestos llamativos de sorpresa y rechazo.
Discutir y hacer de predicador.
Ser solucionador de todos sus problemas.
Hacerse responsable de sus responsabilidades.
Entablar relaciones paternalistas o infantilizantes con la persona afectada.
Disminuir la gravedad del asunto.
Querer evitarle el sufrimiento, superficializando el hecho.
Comparar el dolor que expresa la persona con nuestros anteriores sufrimientos.
Hacer de “policía", investigando toda su vida con montones de preguntas.
Mantener una actitud puramente consoladora.
Dar "recetas” rápidas y mágicas.

En caso de estar en situación de emergencia, debe comunicarse con los teléfonos 107 (Emergencias Médicas), 911 (Emergencia Policial) o con el 135 (Centro de Asistencia al Suicida).

Finalmente, es alentador que al acudir a medios simples que se basan en la escucha, el 74 % de las personas que son asistidas desisten de poner en riesgo su vida.


"La vida humana es sagrada e inviolable en todas sus fases y situaciones." (Juan Pablo II)

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